7 tips para ejercitarte en verano y no desmayarte en el intento

7 tips para ejercitarte en verano y no desmayarte en el intento

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1.Mantente hidratado:

Sin duda, tu peor enemigo en verano siempre será la deshidratación. ¡Evítala! Tomando en cuenta que durante el verano sudamos en mayor cantidad, es importante reponer el agua que estamos perdiendo. Y, precisamente, en esta reposición de líquidos está la clave: el agua e, incluso, las bebidas isotónicas serán tus grandes aliadas para prevenir en golpe de calor haciendo deporte. ¿No sabes cuánto debes consumir? Bebe dos vasos de agua justo antes de lanzarte a la actividad y ve bebiendo cada 15 minutos.

 

 

2.El horario es sumamente importante

En el caso de que recurras a un lugar cerrado como un gimnasio lo más probable es que ya tenga ventilación adecuada. Pero en el caso de que vayas a ejercitarte en exteriores, tendrás que fijarte muy bien en qué horas lo haces para evitar un golpe de calor. Evita hacer deporte en las horas en las que las temperaturas son más altas. Estas son las que van desde las 12:00 a las 17:00.

Los mejores momentos del día para hacer deporte en verano en exteriores son las primeras horas de la mañana o al atardecer, a partir de las 8 de la tarde. Si vives en una ciudad grande, también es importante que intentes evitar la contaminación ambiental. En este caso los mejores momentos para entrenar serán las primeras horas de la mañana o por la noche.

3. Busca el outfit que más te ayude

Si bien es importante sentirnos preciosas en nuestra ropa, también tenemos que considerar algunos puntos significativos, en el verano inclínate por prendas holgadas y transpirables. El material más adecuado para tus prendas debe ser altamente transpirable, para permitir al aire circular por su interior. Y lo mismo ocurre con el calzado. No te conformes solo con deportivas que te permitan entrenar cómodamente, estas también deben transpirar bien.

4.  El protector solar es INDISPENSABLE

Otro factor importantísimo a la hora de hacer deporte en verano, sobre todo en exteriores es el sol. Incluso en esos días en los que el sol no se deja ver bien y el cielo parece estar más cubierto, te arriesgas a quemarte. Evita dañar tu piel usando un protector solar adecuado para ti. Ten en cuenta que, si tu piel aún no está morena o tienes la piel clara, es mejor que optes por un protector de factor alto. Opta por una crema ligera que sea resistente al sudor y aplícala, sobre todo, en los antebrazos y en la cara.

 

 

5.  Si el calor realmente no es lo tuyo

Recuerda, el verano no es la época para que te pongas extremadamente estricto con tu actividad física, sobre todo si la haces en exteriores. Habrá circunstancias fuera de tus manos como la deshidratación y las altas temperaturas que pueden llevar a tu cuerpo a cierto desequilibrio. Mantente alerta e identifica los síntomas por los que sería mejor hacer una pausa en tu actividad:

  • Mareos
  • Dolor de cabeza.
  • Debilidad muscular.
  • Calambres en cualquier parte del cuerpo.
  • Fatiga y agotamiento.
  • Aumento de la temperatura en la piel.
  • Sed excesiva

Si al parar con el ejercicio, notas un fuerte dolor de cabeza, tu temperatura corporal está muy alta y no desciende, contracturas serias con espasmos musculares, lipotimias o un agotamiento muy severo, lo mejor es que te vea un médico.

6.  Busca una buena recuperación

Puedes mantener tu piel hidratada de vez en cuando durante la actividad, al igual que hacer baños de contraste o directamente darte un baño de agua fría tras el entrenamiento.

Es importantísimo respetar tus horas de sueño. Estas deben oscilar entre las 7 y las 8 horas. Si no has descansado bien por las altas temperaturas de la noche, es mejor que ese día entrenes con poca intensidad y que lo hagas durante menos tiempo.

 

7.  Aliméntate de forma eficiente

Que no te falten las frutas y los alimentos frescos: estos serán tus grandes aliados antes de empezar a practicar deporte en verano. Tomar frutas con muchos hidratos de carbono y agua, como el melón y la sandía, de forma moderada te vendrá genial. Una opción a considerar puede ser tomar un par de rodajas de melón acompañado de agua justo antes de lanzarte a correr. Este tipo de alimentos te vendrán bien para reponer líquidos también después de la actividad, aportándote, además, minerales y vitaminas.

Opta por bebidas frescas, sin llegar a estar frías: el agua y las bebidas isotónicas no deben faltar en tu dieta. A estos líquidos puedes sumarles zumos, proteína e hidratos de carbono, pero, aunque la tentación te llame, intenta tomarlos frescos y no fríos para absorberlos de forma adecuada.

Alimentos que dan energía y fibra: y entre todas las opciones destacamos los frutos secos, que te darán un extra de energía si los tomas antes de empezar tu rutina.

 

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